sábado, 12 de mayo de 2012


Palabras...
Brotan... se arremolinan...se atragantan...
no dichas...
gastadas.
En botellas ... derramadas
susurradas...
acribilladas. Pisoteadas...
Fieles, esquivas ...
amadas...
Palabras...
palabras...
palabras...

Gabriela Scortti

2 comentarios:

  1. Palabras no pronunciadas,
    Palabras soñadas,
    Palabras cohibidas,
    Voces acalladas,
    Deseos inconscientes pero cohartados,
    Fantasías sublimantes,
    Objetos sustituidos por otros objetos,
    Deseos, mitos, leyendas,
    Y una mujer de largos cabellos que se ahoga
    --en su propio sueño
    Una mujer herida por las mentiras,
    en un mundo mentiroso.
    ¡Justicia!, reclama el público,
    pero qué justicia si no hay justicia que valga
    Cuando quien tiene que hacerla cumplir
    --es el propio verdugo.
    Y en un mundo injusto,
    Qué esperanzas les quedan a las víctimas.
    Palabras,
    Palabras,
    Palabras,
    Pero una niña vestida de rosa
    Y un niño vestido de azul
    Esperan a que las lágrimas se resequen
    Y los lagos se sequen
    Para poder vivir en paz,
    En un mundo recobrado de justicia.

    Postdata: Seguiré esperando ese día, que es el nuestro, el de la venganza; porque no hay mal que dire cien años ni injusticia que no pueda ser reparada.

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  2. Una simple charla de café, o al terminar el autobús o el tren (el metro si se vive en ciudad) bastaría para acabar con todos los mitos, para descomponer leyendas; la sinceridad, la ordinariez del día a día, bastaría para acabar con malentendidos, y poner las cosas en su sitio --enfrentarse a los hechos, que son tozudos. ¿Es que no hay manera de deshacer tantas leyendas? ¡La gente no quiere cuentos, quiere hechos --los cuentos valen para soñar, pero no para comer! Entonces, es posible deshacer tanto mal entendido si se deja a la vida misma expresarse, al hombre o a la mujer, a la Naturaleza, al ser social, a los múltiples yoes que habitan en uno mismo; si afrontamos nuestros problemas con sinceridad, desde el respeto, pero con sinceridad.

    Terminar con una sociedad polarizada y dividida con querellas del pasado que ya nadie entiende, y ponernos a trabajar en el presente en un proyecto de futuro para todos, absolutamente para TODOS. Porque aquí nadie sobra, ni el niñito que está en la barriguita de la mamá a punto de nacer, ni el alumno retrasado al que le cuesta estudiar, ni el padre alcohólico que llega tarde a casa, ni la mamá desesperada por no saber qué dar de comer a sus hijos y cúal será su futuro, ni el profesor desencantado con su profesión, ni el obrero indignado con su patrón, ni el patrón indignado con los capitalistas internacionales, ni los hijos enfadados por la herencia que recibieron de sus padres... NADIE, NADIE, NADIE sobra --todos son necesarios, todos contribuyen a poner en marcha un gran proyecto de nación y de concierto de naciones (pero a condición de que nadie se crea imprescindible, de que nadie se crea por encima de los demás; ay, qué tarea más oprobiosa la juez, por no decir la de policía o espía, que no soplón o represor).


    Benito García Pedraza, con los mejores deseos desde el otro lado del charco (Madrid - España)

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