miércoles, 18 de mayo de 2011

Los jorobados

“La evacuación de una vaina de cocaína puede demandar más de 48 horas. Pero si se revienta, la muerte es inexorable para el que la lleva.”





Cada hueco posible.
Nada, nadie; de nada, patrón. 
Allá por tierra adonde él tome y daca voy con mi cuerpo no-mío.
¡Malparida! igual que él y los de más aquí donde los nadie somos.
¿Qué te creés patrón, que tus aspiraciones se llenan solas? ¿Qué quién dónde te lleva tus polvitos mágicos? ¿llorarías de saberlo?
¿Qué quién dónde se transporta esa cosa que te transporta?
Y si no puedo llenar la panza con lo mismo que vos, qué te creés, patrón, vení con eso a mi cuerpo-agujero que transporta tu oro.
Soy como esas matriushkas que guardan madrecitas dentro de madrecitas dentro de.
¿A cuánto el kilo vivo?
Engullo las burbujas las ganas de cagar expiro lento raspa el látex.
Ay, diosito de la entraña:
Que los gendarmes no me palpen.
Que el frío no me haga tiritar.
Que mis ojos puedan mentir.
Que la bomba no estalle entre mis tripas.
¡Bum!
Que no descubran el pañal de mi hijo.
Que me limpie de todo.
¡Vaciáme, diosito!
Esperáme patrón, que voy o muero.
La virgencita con tu carga.
Amén.
[Texto de Andrea Guiu]

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